La Noche de los Lápices, Rotos

El próximo 16 de Septiembre se conmemora el Día de la Reafirmación de los Derechos del Estudiante Secundario, en honor al “horroroso” hecho conocido en la historia como La Noche de los Lápices.
La versión oficial dice los siguiente (Clarín Online – 14 de Septiembre de 2006): “´La noche de los lápices' es el nombre con el que se conoció el plan represivo llevado a la práctica por represores de La Plata comandados por Ramón Camps tras una marcha de estudiantes en reclamo del boleto estudiantil, en setiembre de 1976. El operativo finalizó con la detención de siete chicos y chicas. Hoy, seis de ellos permanecen desaparecidos: Claudio de Acha, María Claudia Falcone, Horacio Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini y Francisco López Muntaner”.
¿Quién no se conmociona con semejante crueldad? Ahora bien, pecando de desconfiados con la historia oficial y con la película, porque para los que no saben, hay una película – bastante, demasiado tendenciosa-; opté por buscar más información.
El hecho se produce a seis meses de iniciado el Proceso de Reorganización Nacional (24 de Marzo de 1976) en pleno clima de violencia política y guerra civil, porque el Estado continúa combatiendo la subversión con los mismos métodos con los que habían comenzado cuando en 1975 la Presidente Constitucional Maria Estela Martínez de Perón había firmado el decreto por el cual se daba inicio al Operativo Independencia y, luego, cuando Italo Luder (Presidente momentáneo por “vacaciones” de Isabelita) agrando el operativo a nivel nacional en el Decreto 2.772. Por lo tanto, para Septiembre de 1976, las agrupaciones terroristas todavía continuaban en pie y las ideas comunistas y de lucha permanecían en los estudiantes secundarios.
El presunto único sobreviviente de este hecho fue Pablo Alejandro Díaz, quien todos los años aparece en todos los canales televisivos contando la “penosa” historia y quien es representado en la película con un flaco bueno de corazón sensible y humano. Lo más extraño de este ángel de Dios es su afiliación al grupo terrorista MTP (Movimiento Todos por la Patria – una prolongación del ERP-), reconocido por él años después de liberado. Pero este dato no es el único ni el más importante sino que el mismo Pablo, en el año donde sucedió este hecho, pertenecía a otra banda terrorista la JG (Juventud Guevarista): “él ya militaba en el ´Frente Estudiantil´ de la subversión de la JG, rama que englobaba activistas del PRT-ERP inscriptos en institutos educacionales, de donde se extrajeron primordialmente renovadas camadas terroristas. Fue en esa militancia castroguevarista nunca desmentida y ahora reafirmada por el propio interesado, que el casi venteañero Díaz (un poco grande para estudiante secundario) resultó detenido entre 1976 y 1980” (Márquez, Nicolas. La Otra Parte de la Verdad. 2006 – Referencia: Revista Cabildo Nº128- 1989- A.M..M)
Otro dato importante, es el de otra sobreviviente, Emilce Moler de 39 años, que en ese tiempo cursaba el quinto año de secundaria en Bellas Artes; además militaba en la UES. En un reportaje realizado por Página 12, entre otras cosas, pronunció: “No creo que me detuvieran por el boleto. La lucha fue en el año 75, además no secuestraron a miles de estudiantes que participaban en ella. Detuvieron a un grupo que participaba en una agrupación política. Todos los chicos que están desaparecidos pertenecían a la UES , es decir que había un proyecto político al fin”. También se puede encontrar más información de esta mujer y del hecho en la web ya que realizó varias entrevistas en donde contó su historia.
El último dato, que a mi parecer es el más importante, es la entrevista hecha al hermano de María Claudia Facone (cuya totalidad se puede encontrar en el libro “Montoneros, Soldados de Menem? Soldados de Duhalde? De Viviana Borgatto):
“-Mi hermana no era una chica ingenua que peleaba por el boleto estudiantil. Ella era toda una militante convencida. Ni mi hermana ni yo militábamos por moda. Nuestra casa fue una escuela de lucha”
-¿Tu hermana y vos eran montoneros convencidos?
“-Sí. Nadie nos usó ni nadie nos pagó. No fuimos perejiles como dice la película de Héctor Olivera. En el departamento en donde cayó mi hermana se guardaba el arsenal de la UES de La Plata. Mi hermana no cayó por el boleto secundario, sino por una patria justa libre y soberana. La gente que tenía la conducción de un colegio secundario no se chupaba el dedo. Tenía práctica política y militar.” (Márquez, Nicolás. La Otra Parte de la Verdad. 2006)
Creo que los datos expuestos y otros que se pueden encontrar leyendo, nos muestran que los protagonistas de este hecho no eran inocentes, ni ignorantes ni mucho menos santos como nos quieren convencer. Los métodos utilizados por el Estado pueden ser, y son, constantemente juzgados y no es mi intención omitir opinión sobre eso porque no me corresponde. Sólo quiero aportar, a los que les interese, otros datos que no se tienen en cuenta a la hora de informar y –como verán- hacen reflexionar y dudar de los que nos cuentan.
Anhelo alguna vez se llegue a una verdad sobre este período de nuestra historia, tan distorsionado y polémico. Sólo pido LA VERDAD nada más sencillo que eso, ¿es posible cumplir mi deseo?. Es necesario que el odio desaparezca y se reavive la esperanza de un futuro mejor, en donde todos podamos mirar atrás y sentir que aquella guerra terminó y que las heridas de la sociedad se cerraron para siempre.